Una nueva era en las relaciones entre Israel y Brasil

La cita especial en Brasilia fue también ocasión para reuniones de Netanyahu con el  Presidente de Honduras Juan Orlando Hernández, el Presidente de Chile Sebastián Piñera, el Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo y el Primer Ministro de Hungría Victor Orban, entre otros. Netanyahu y Piñera pactaron que promoverán próximamente una línea de vuelo directo desde Chile a Israel vía Africa, aunque mencionaron que la reciente apertura de la línea directa San Pablo-Tel Aviv (de la aerolínea LATAM, que funciona tanto desde Chile como desde Brasil), ha mejorado los tiempos.También trataron el fortalecimiento de las relaciones comerciales entre ambos países.

Netanyah y Piñera en Brasilia . Foto: Avi Ohayon, GPO

El Presidente de Honduras y su equipo, con el Primer Ministro Netanyahu y su esposa. A la derecha Modi Ephraim, Director General Adjunto de la Cancillería israelí para América Latina.  Foto: Avi Ohayon, GPO.

Netanyahu y el Presidente de Chile conversaron también en el Congreso brasileño antes de la ceremonia de asunción de Bolsonaro. Entre ambos, el Canciller de Chile Roberto Ampuero.

Video: Avi Ohayon, GPO.

Bolsonaro, que pronunció un corto discurso de 10 minutos en el que repitió el lema que lo acompaña desde hace tiempo, con el cual adorna también las portadas de sus redes sociales- “Brasil sobre todo y Dios sobre todos”- mostró a lo largo de todos los últimos días y también en la ceremonia, una especial calidez para con Netanyahu.

Al finalizar el acto, se fundió con él en un fuerte abrazo, gesto que tuvo solamente con algunos de los gobernantes presentes.

Varias de las escenas registradas en los últimos días desde el arribo del Primer Ministro israelí a Brasil, confirmaron lo que Bolsonaro daba a entender claramente ya durante su campaña electoral y antes de asumir: comienza una nueva era en las relaciones entre ambos países.

En sus comentarios en las redes sociales y en algunos medios, Bolsonaro usó repetidamente los términos “nueva relación entre nuestras dos naciones” y “nuevos tiempos entre nuestros gobiernos”. Su interés explícito en el desarrollo tecnológico israelí y su avance en varias áreas, unido a su condición de persona profundamente creyente, sentó las bases para una actitud muy distinta de la de sus antecesores con respecto a Israel. “Israel es una referencia mundial en tecnología para diversos servicios y eso nos interesa”, escribió el nuevo Presidente hace ya varios días en su cuenta de Twitter.

“No hay razón para criticar el diálogo, mucho menos cuando la crítica viene de quien nada hizo, sólo destrucción y robo del país. Queremos lo mejor para Brasil y para la población brasilera!”. Y cuando Netanyahu estaba por arribar, escribió: “Espero la llegada del Primer Ministro Netanyahu. Nos reuniremos y discutiremos nuevos rumbos para nuestras naciones. Las expectativas son las mejores para este momento inédito de nuestra historia”. El tuit quedó adornado con las banderas de Brasil e Israel.

Durante la muy exitosa visita de Netanyahu a Brasil, fueron varias las estaciones singulares: el encuentro con la comunidad judía en una sinagoga de Río de Janeiro acompañado por Bolsonaro, la comida y el fútbol improvisado en la playa de Copacabana, el encuentro con cristianos evangélicos a los que Netanyahu llamó de “hermanos y hermanas” y este martes, el arribo a Brasilia, en medio de grandes honores.

Especialmente fuerte fue la escena de la llegada de Netanyahu al Palacio presidencial en Brasilia. Una multitud de cristianos amantes de Israel lo esperaba gritando "Israel, Israel". Netanyahu parecía disponerse a acercarse a la multitud pero sus guardias se lo impidieron, por lo cual él optó por saludar desde fuera de su automóvil, subiéndose al "escalón" para poder saludar mejor.

Según declaró Netanyahu, Bolsonaro le dijo que “la pregunta no es si Brasil trasladará su embajada a Jerusalem, sino cuándo”. Y esta semana se atribuyó al nuevo Presidente una promesa dirigida a la ciudadanía israelí. “Pueden estar seguros que Brasil votará con Israel en la ONU”.

Bolsonaro rechazó las críticas por su acercamiento a Netanyahu expresadas en ciertos círculos dentro y fuera de Brasil. En diversos espacios, el tono de las mismas hacía alusión a las posiciones conservadoras tanto del Primer Ministro de Israel como del nuevo Presidente, varios de cuyos pronunciamientos durante la campaña electoral, de tono intolerante y autoritario, le valieron el apodo “el Trump brasileño”.  Pero cabe recordar también que los gobiernos anteriores a Bolsonaro adoptaron posiciones críticas de Israel en muchos foros, posturas en el tema palestino con la que Israel discrepaba profundamente-como el reconocimiento de un Estado palestino determinando inclusive cuáles deben ser sus fronteras, las líneas del 67-y hasta una relación cercana con la República Islámica de Irán. Estos días, en las redes, circularon fotos recordatorias de los abrazos entre el entonces Presidente Lula da Silva junto con el iraní Mahmud Ahmadinejad, enfrentadas a las nuevas, de Bolsonaro con Netanyahu.