Mundo Judío

MiSinai

Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 10. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

No. 10
Parashá: Devarim
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 9/8 17:51

Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

¿CÓMO HEMOS SOBREVIVIDO?

Por Yossy Goldman

¿Cuál es el milagro más grande de nuestra generación? ¿La caída del comunismo? ¿La pacífica transición política en Sudáfrica?

Seguramente para nosotros, sin duda alguna, el milagro más grande de todos debe ser que luego del Holocausto el pueblo judío se levantó y reconstruyó la vida judía y comunidades judías. ¿Hay algo más extraordinario que los mismos judíos que fueron señalados para el exterminio debido a su fe hallan sin embargo abrazado esa misma fe y continuar siendo judíos?

Tishá BeAv es nuestro día nacional de duelo. Recordamos la destrucción de nuestros dos Templos, y rezamos para que Jerusalem sea restaurada a su anterior gloria.

En Eijá, el Libro de las Lamentaciones, que leemos en Tishá BeAv, hay un versículo (3:22) que dice “De seguro la misericordia del Eterno no está consumida. Sus compasiones nunca se acaban.” Rashi da una interpretación alternativa: es por la bondad de D-os que nosotros no hemos sido consumidos. En las palabras del Midrash: “Él descargó su furia sobre las maderas y piedras” de la estructura del Templo, Su casa fue destruida pero Su pueblo sobrevivió.

Así que este es un momento apropiado para reflexionar sobre la supervivencia judía. Frente a la caída de todas las grandes civilizaciones e imperios, Egipto, Babilonia, Grecia, Roma, Persia, y más recientemente en Tercer Reich, ¿cual es el secreto de la supervivencia judía? A pesar de las destrucciones y las diásporas, a pesar de los holocaustos que nos han diezmado a largo de las épocas, ¿cómo hemos sobrevivido? ¿cómo sobrevivimos hoy? Y lo más importante ¿cómo sobreviviremos?

Por supuesto que la respuesta simple es que D-os nunca permitirá que desaparezcamos. Vivimos por los continuos milagros de la intervención divina. Pero hagamos un rápido recorrido por la historia para ver si podemos señalar el ingrediente más importante de nuestra increíble tenacidad de espíritu.

Algunos dirán que nuestra tierra de origen nacional ha sido un elemento clave de nuestra continuidad. De hecho, Israel es nuestra patria eterna, y rezamos por el regreso a Zion tres veces por día y más. Es central para todo en lo que creemos; es nuestro corazón y alma. Nos une dondequiera que estemos y hayamos estado. Es nuestro sueño, esperanza y aspiración.

Pero a pesar de que nunca renunciaremos a nuestro eterno reclamo a ella, la realidad es que hemos estado fuera de nuestra tierra más tiempo del que hemos estado en ella. El hecho es que aún hoy, hay más judíos diseminados alrededor del mundo que los que hay en Israel. De forma que, aunque estemos totalmente comprometidos con nuestra tierra hoy, y aunque sea crítica para nuestro posicionamiento global y seguridad, la geografía no puede haber sido el factor principal de nuestra supervivencia a lo largo de la historia.

¿Es quizás un lenguaje en común? De hecho, el Hebreo es nuestro lenguaje nacional, y es aún el lenguaje de nuestro libro de rezos. Pero ¿acaso no hay personas leyendo estas líneas que no las podrían leer si estuvieran en Hebreo? Sin duda, la vasta mayoría de los judíos de hoy no hablan Hebreo, y me estremezco en pensar el porcentaje de judíos inteligentes que son judiamente analfabetos.

A lo largo de la historia hemos tenido una variedad de idiomas locales. Arameo, Griego, e incluso Árabe, han sido los idiomas más populares en las comunidades judías de antaño. En generaciones más recientes el Idish o el Ladino, como el Inglés hoy, han sido los vehículos preferidos de comunicación de muchos judíos. No podemos afirmar simplemente que un lenguaje en común sea el factor principal de nuestra existencia ininterrumpida.

¿Qué tal la cultura? Bueno, ¿alguna vez intentó ofrecerle guefilte fish a un judío sefaradí? ¿O cuscús a un ashkenazi? La comida y la música son la base de cualquier cultura; ambas variarán mucho entre el Este y el Oeste. Un asistente regular a una sinagoga en Londres probablemente estará totalmente perdido en un servicio en Singapur. Y viceversa. Honestamente hablando, en verdad no tenemos una cultura en común. Hemos adoptado muchos matices de estilo en la comida, música y forma de vestir de las sociedades en las que hemos vivido. El ambiente influye.

La única característica absolutamente común a todo nuestro pueblo durante todo el tiempo, la única entidad unificante que ha ido más allá de las fronteras, a través de los continentes, culturas, lenguajes y estilos de vida, ha sido la Torá. Tanto sea en Israel o Babilonia, Minsk o Madrid, Sidney o San Francisco, Johannesburgo o Jerusalem. la forma de vida judía consagrada en nuestra sagrada Torá y en sus mandamientos ha sido el único elemento importante en mantener el espíritu judío vivo y vibrante. No algún sentido vago y sentimental de “Idishkait” tampoco, sino un sistema de valores claramente definido que ha sido transmitido fielmente a través de las generaciones dondequiera que hayamos vivido.

La prueba más clara de esta idea es el hecho de que donde ha habido un abandono de las tradiciones de la Torá, la asimilación ocurrió casi inmediatamente y con consecuencias trágicas. Esos judíos simplemente no han sobrevivido.

Por supuesto que D-os es el hacedor del milagro de la supervivencia judía. Pero no es algo mágico. D-os nos ha dado el secreto. Tenemos Su llave en nuestras manos. Ser solo judío de nacimiento no garantiza la supervivencia de ningún tipo. Solo donde ha habido un compromiso concreto de estudio de Torá, para enseñarla a nuestros hijos, y para cumplir sus prácticas eternas, se ha visto este milagro.

Que crezca nuestra dedicación a la Torá, de forma que la supervivencia judía y el florecimiento de la vida judía este asegurado para siempre. Con el favor de D-os, nuestras plegarias por la reconstrucción de Zión y la restauración de nuestra tierra y nuestro pueblo pronto serán respondidas. Amen.

D-OS SOLO AMA

[Dijo Moshé al pueblo judío:] “Calumniaron a D-os en vuestras tiendas, diciendo “D-os nos sacó de Egipto por Su odio hacia nosotros.” (Devarim 1:27)

Cuando llegue la Redención Final no habrá más obstáculos que impidan la total revelación de la bondad de D-os; mientras tanto, en algunas oportunidades desafortunadamente confundiremos el amor de D-os hacia nosotros con la crueldad. Hasta la Era Mesiánica, es nuestro desafío mantenernos plenamente conscientes del hecho de que D-os está en todo momento manifestando Su amor por nosotros, incluso si a veces pareciera ser lo opuesto. La conciencia de ese amor nos inspirará a actuar en reciprocidad y cumplir con Su voluntad al máximo de nuestra capacidad, lo que a su vez eliminará el último impedimento que obstruye el camino para la Redención Final.

Likutei Sijot, vol.34, pág.33

Devarim (Deuteronomio): 1:1–3:22

El Deuteronomio, quinto y último libro de la Torá, está dedicado principalmente a los discursos de despedida que dio Moshé al pueblo judío poco antes de su muerte y la entrada del pueblo a la Tierra de Israel. La primera sección del libro registra sus palabras (devarim, en hebreo) de crítica al pueblo judío por distintos episodios que tuvieron lugar durante sus cuarenta años en el desierto, y las lecciones que debían aprender de sus errores.

MENDIGOS EN UNA BODA

"El mundo es un banquete de bodas," concluyó el Rabino Dov Ber, "creado por causa de la unión de D-os con Su novia, Israel...

La pobreza del Rabino Dov Ber, el Magid de Mezerich, era legendaria. Las comidas, cuando había, eran cortezas de pan; el "mobiliario" de su cabaña era un surtido de tablones de madera y estacas. Una vez le preguntaron sus discípulos: "Rebe, ¿porqué usted debe soportar tales condiciones abyectas, mientras otros, mucho menos merecedores que usted, disfrutan de las bendiciones del mundo de D-os?" El Rabino Dov Ber contestó con una historia:

Un hombre adinerado casó su hija. El padre de la novia era un hombre muy generoso y caritativo y deseaba compartir su alegría con los no tan afortunados. Así que puso avisos en todas las sinagogas y comedores populares de la vecindad, invitando a cada mendigo y vagabundo a compartir la fiesta de la boda.

El día de la boda llegó. Cientos de mendigos se sentaron alrededor de las mesas servidas con lo más sabroso y lo mejor que el dinero podría comprar. Pero entonces comenzó la tragedia. La novia, de repente, cayó enferma. Los más grandes doctores corrieron a atenderla, pero sin efecto. La novia murió y la boda se transformó en velorio.

Los mendigos se dividieron en dos grupos. Un grupo decía: "La comida está en la mesa. ¿Quién sabe cuándo, si la hay, se presentará la oportunidad de llenar nuestros estómagos? Ciertamente, nuestro anfitrión no querría que toda esta deliciosa comida se desperdiciara. ¿Si permanecemos hambrientos, aliviaría esto su pesar?"

El segundo grupo de mendigos, sin embargo, no tocaría la comida servida ante ellos. "¿Cómo podemos comer y beber, lloraban, "cuando el que nos agasaja está de duelo? ¿Cómo podemos disfrutar una fiesta cuyo propósito y causa se han transformado en calamidad?"

"El mundo es un banquete de bodas," concluyó el Rabino Dov Ber, "creado por causa de la unión de D-os con Su novia, Israel. Pero la boda fue rota, la casa nupcial —el Santo Templo— destruido. Sí, el banquete está allí, para nosotros, pero su alma está devastada y su anfitrión de duelo.

"Hay quienes no tienen ninguna dificultad en disfrutar lo que puedan del banquete. Yo, sin embargo, pertenezco al segundo grupo de mendigos. No puedo participar de las sobras de esta boda truncada..."

TISHÁ BE AV EN SHABAT O DOMINGO

Las siguientes reglas se aplican a cualquier año en el cual Tisha Beav se observa en un domingo, ya sea si cayó originalmente en domingo o si cayó en Shabat y el inicio del ayuno se pospuso hasta el sábado a la noche.

En Shabat, toda manifestación pública de duelo está estrictamente prohibida. En este día, comemos, bebemos y nos regocijamos como de costumbre, y aún más. Hay dos excepciones:

a) Si Shabat cae el 9 de Av, entonces las relaciones conyugales están prohibidas.

b) Si Tisha Beav es observado el domingo, está prohibido estudiar la Torá a partir de Shabat al mediodía (fuera de las secciones de la Torá que están permitidas estudiar durante Tisha Beav). Así también, en este Shabat no recitamos el capítulo de “Ética de los Padres” como se acostumbra hacer en muchas comunidades los Shabat de tarde entre Pesaj y Rosh Hashana.

No se lleva a cabo la “comida de separación” de duelo previo al ayuno. En cambio, poco antes de la puesta del sol participamos de una abundante y alegre comida preayuno. Se debe tener cuidado, sin embargo, con que esta comida se finalice antes de la puesta del sol.

Nos sentamos en sillas de altura regular y vestimos calzados normales hasta el anochecer. Solamente lavarse, comer y beber están prohibidos a partir de la puesta del sol.

Durante las plegarias nocturnas, el usual inserto del sábado de noche Ata Jonantanu se incluye. La plegaria de Vihi Noam se omite. Inmediatamente, luego de recitar el versículo de Barjú,se cambian los zapatos de cuero por calzados que no sean de cuero.

Aquellos que no recitaron la plegaria nocturna deben decir antes de realizar alguna actividad que estuviera prohibida en Shabat: “Baruj hamavdil bein kodesh lejol” (“Bendito es Aquel que separa entre lo sagrado [el día de Shabat] y lo mundano [el resto de la semana]”).

En algún momento durante el sábado a la noche, se enciende la vela de Havdalá y se recita la bendición apropiada.

La Havdalá se recita el domingo de noche antes de comer omitiendo las bendiciones del incienso y del fuego. Si es posible, se le debe dar a un niño o niña menor de bar/batmitzvá el vino o jugo de uva de la Havdalá para que lo tome.

Si el noveno día de Av, cae en Shabat, en cuyo caso el ayuno se pospone hasta el domingo décimo de Av, todas las restricciones aplicadas a los nueve días se observan en la noche siguiente al ayuno, pero no se extienden hasta la mañana siguiente, el 11 de Av.

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.

Artículos extraídos de www.Jabad.com.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.

Para recibir MiSinaí por email o por whatsapp, contactar por teléfono al 2628 6770 o por mail: Info@jabad.org.uy.

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