La Dra. Dinorah Friedmann-Morvinski (48) lo tiene claro: en su trabajo, no se puede cansar ni levantar los brazos.
Esta científica uruguaya-israelí nos recibe en su laboratorio en la Universidad de Tel Aviv, con una amplia sonrisa y un entusiasmo contagioso por lo que hace, cuyo nervio motor no puede ser menos que la conciencia de que en esto, la investigación del cáncer, el éxito significa salvar vidas.
Este es un adelanto filmado de una entrevista más amplia que nos concedió este jueves.
Vale la pena.