No hace falta fronteras para odiar

 

 

El régimen de los Ayatollas en la República Islámica de Irán-al que hay que distinguir del pueblo de Irán- constituye la mayor amenaza hoy en día para Israel. Si llega a convertirse en una potencia nuclear, la amenaza podría ser existencial. Pero no creamos que sin bombas nucleares está todo bien. Una guerra convencional es letal y destructiva, y lo que Irán prepara en varios frentes son golpes que cobrarían un duro precio al Estado de Israel.Al fin y al cabo, es el único país del mundo que llama a destruir otro Estado miembro de la comunidad de naciones, Israel.

Claro que no se comienza lanzando misiles. Pero hay que ser conscientes del peligro, también cuando aún no se dispara. De lo contrario, se estaría siendo irresponsable.

-         Irán trata de instalarse en Siria, contigua a Israel, y no para ir de visita.

-         Despliega constantes esfuerzos para armar a Hizbalá, el brazo de Irán en Líbano, que-nuevamente-tiene frontera con Israel.

-         Ideó e impulsa el programa de conversión de los misiles y cohetes en manos de Hizbala en misiles precisos, que podrían apuntar en forma exacta y pegar a una distancia de no más de 10 o 15 metros, de una serie de blancos estratégicos en Israel: la Kneset, el Estado Mayor, la central eléctrica, depósito de amoníaco, el reactor nuclear, y ni que hablar de grandes centros urbanos, lo cual se traduciría en enormes cantidades de víctimas.

-         Según reveló el Primer Ministro Biniamin Netanyahu días atrás, Irán también ha instalado misiles en Yemen, para atacar desde allí a Israel. Cabe recordar que esa es una de las bases que ha desarrollado Irán en los últimos años, fomentando la guerra en el lugar.¿Para qué? Para avanzar en su evidente plan de dominio regional, lo más amplio posible, cuyo punto principal es tener bases claves desde las que concretar sus amenazas.

 

Todo esto, aunque Irán ni siquiera tiene fronteras con Israel. Grandes distancias separan al Estado judío del territorio de Irán. Pero el odio irracional no tiene fronteras. No hay absolutamente ningún conflicto real entre Israel e Irán, salvo en las mentes de los Ayatollas, guiados por fanatismo fundamentalista chiita.

El problema es que eso crea realidades, de las que Israel se tiene que defender.

Por eso el General Amikam Norkin, Jefe de la Fuerza Aérea de Israel, confirmó este miércoles por la noche que todas las defensas anti-aéreas de Israel se hallan en estado de alerta máxima, prontos para cualquier eventualidad. El sofisticado sistema de protección de Israel ante amenazas que lleguen por su espacio aéreo, las diversas capas de sistemas de intercepción ideadas según la altura y distancia de cada una de las amenazas en camino, mira en varias direcciones. Y claro está que ahora, también al Yemen. La capa más conocida es la “Cúpula de Hierro”, pero están también Yahalom (Patriot) destinado a interceptar aviones o dispositivos no piloteados,  también el sistema conocido como Sharvit Ksamim y el Jetz (Flecha) , dependiendo de la altura y la distancia.

En los últimos tiempos, tal cual quedó demostrado hace pocos meses con el ataque a las instalaciones petrolíferas de Aramco en Arabia Saudita, se agregó otro tipo de amenaza: los drones y misiles tipo crucero. El General Norkin ya aclaró que con ese desafío es más difícil lidiar.

¿Por qué lo comentamos ahora?

Porque dada la situación, parecería que realmente no se puede descartar que Israel tenga que enfrentarse en la práctica, quizás dentro de no mucho-ojalá estemos equivocados- a una amenaza concreta de Irán. Y como sabemos lo que se escribe y transmite a menudo siempre que Israel está involucrado, nos parece que vale la pena advertir y recordar, antes de que Israel responda…o ante la eventualidad que decida intentar neutralizar la amenaza antes de que Irán decida concretarla.