Terroristas de cerca y de lejos.

Cualquier país en conflicto con sus vecinos, sea cual sea su índole, corre riesgos y lidia con problemas. Pero cuando tienes terroristas de vecinos, ni la ley de la  guerra te alcanza para estar siempre listo y atento. Y cuando esos terroristas son apoyados por regímenes de la misma calaña aún a distancia, peor aún.

Es que si bien también un Estado ordenado puede cometer serios errores y actuar con irresponsabilidad, cuando de terroristas se trata, está clarísimo que sus propios intereses y su ideología extremista priman por sobre las necesidades de su pueblo. Cuando los terroristas son el gobierno, más todavía, como el caso de Hamas en Gaza, desde junio del 2007.

Pero no sólo en esa situación.

En Gaza, Jihad Islámico no es el gobierno. Tiene características similares por cierto al gobernante Hamas, al ser una organización armada palestina islamista. Más pequeña que la primera y más radical aún. Y vaya uno a analizar la lógica de sus acciones, presentada siempre como lucha en pro del pueblo palestino, aunque la realidad es otra: arriesgar a la población palestina, en aras de intereses importados.

Jihad Islámico es el brazo de Irán en la Franja de Gaza. Es interesante la situación creada, ya que no hay palestinos que sean del Islam chiita, sino solamente sunitas.  A pesar de ello, la financiación, el apoyo económico constante por parte de Irán (para su infraestructura armada, claro está), han convertido al Jihad Islámico en el “proxy” de la República Islámica en la frontera sur de Israel.

Este viernes, el Jihad Islámico ha vuelto a dar pruebas de la irresponsabilidad propia de su condición, al dar a entender que si hay guerra entre Irán y Estados Unidos, ellos atacarán a Israel. Qué tiene que ver Israel con eso, claro que el Jihad no lo aclaró ni piensa analizarlo.

Es una lógica, en realidad, nada nueva. En muchas ocasiones Israel ha pagado los platos rotos de las riñas internas palestinas. Entre Hamas y sus críticos dentro de Gaza. Entre Hamas y la Autoridad Palestina. Entre ellos se pelean y los misiles vuelan a Israel.

Pero ahora, con la posibilidad de un escenario de guerra entre Irán y Estados Unidos, sería otra cosa.

El portal “Al Monitor” publicó una información citando a un “líder prominente del Jihad Islámico Palestino” diciendo que “nuestra acción contra Israel se mantendrá limitada a la restitución de los derechos palestinos”.La fuente agrega que “si Israel decide aliarse con Estados Unidos para participar en una confrontación militar contra Irán, nosotros adoptaremos una postura diferente, que revelaremos en el momento oportuno”. Nada dicen del hecho que el único que ha recurrido a la violencia armada por ahora, ha sido Irán.

El Jihad Islámico es explícito: “No abandonaremos al país que nos apoyó en la lucha contra Israel, si ese país es atacado”. Se refiere claramente a Irán. Es oportuno recordar que el “apoyo” de Irán en la “lucha contra Israel”, es apoyo a los terroristas, no al pueblo palestino. Siempre, en pro de la línea más radical, opuesta al diálogo y a la vida en paz.

Es interesante que fuentes en Hamas aclararon que a pesar de su “vieja alianza política con Irán por su línea de apoyo a los derechos palestinos, esta alianza no incluye que Hamas vaya a la guerra por Irán”. Yahya Mussa de Hamas lo dijo claramente: “No tenemos que vernos arrastrados a una guerra con Israel si Irán es atacado militarmente”.

Por un momento, dan ganas de elogiar la supuesta responsabilidad y cordura de Hamas. Pero cabe recordar lo que dijo el mes pasado Yehia Sinwar, jefe de Hamas en Gaza: “Si no hubiera sido por Irán, la resistencia en Palestina (A.J: las organizaciones terroristas), no poseerían sus capacidades actuales”.

Tendrán matices diferentes los grupos en Gaza y actitudes un tanto distintas ante la eventualidad de guerra entre Estados Unidos e Irán. Pero en lo que a Israel se refiere, a fondo, están del mismo oscuro lado, contra la paz y por el terror.