Haim Jelin, ex Jefe del Consejo Regional Eshkol, diputado, sobre los nuevos intentos de calma, el terrorismo de Hamas y los errores de Netanyahu.
Haim Jelin, que llegó de jovencito de Argentina al kibutz Beeri en el que sigue viviendo también hoy, es una de las figuras del sur de Israel más conocidas por la opinión pública local. En gran parte, por su desempeño durante años como Jefe del Consejo Regional Eshkol-la zona adyacente a Gaza que tiene la frontera más extensa con la Franja vecina- también durante la guerra contra Hamas de hace 4 años. Su voz -y su acento sudamericano en hebreo-exigiendo una política clara del gobierno y condenando el terrorismo de Hamas, es fácilmente identificable.
Hace cuatro años llegó a la conclusión que para cambiar las cosas, tiene que estar en la política a nivel nacional. Se sumó al partido opositor Yesh Atid, en cuyo marco fue electo diputado. Pero en estas elecciones, aunque sigue en la oposición, se postula como candidato en el marco del partido laborista, número 10 en la lista. Dependerá del éxito de Avodá en las elecciones que él siga siendo parlamentario.
Donde no hay sorpresas es en su clamor desde el kibutz Beeri, este lunes por la mañana, en lo que parecía ser el primer día de calma en mucho tiempo, sin alarmas ni cohetes, aunque sí las hubo el domingo y también la noche del sábado. "Esta fue la primera noche en mucho tiempo que logramos dormir", cuenta antes de filmar, en relación a la frontera un tanto más calma, sin estallidos de cargas explosivas por doquier.
Este es su mensaje. Seguramente, similar al de muchos en el sur de Israel.