Nos lo cuenta el Dr. Shay Fleishon, Director Ejecutivo del BioJerusalem Center
(Fotos: Gentileza y Facebook de Shay)
El origen de esta historia, que no puede tener menos que un final feliz a pesar de todos los problemas, está en un mensaje de esperanza que una persona seria, de nuestra confianza, nos hizo llegar el 23 de marzo.“Quiero pedir a todo aquel que lea estas líneas: sean fuertes, la ayuda está en camino”, decía el primer renglón.
“La lucha contra la pandemia del Corona nos está cobrando un alto precio. Cada pocos días se agregan nuevas instrucciones. Todos nos vemos perjudicados en esta dura batalla”, decía el autor, comentando luego la importancia de mantener la distancia social que se exigía a todos y lo difícil que será seguir haciéndolo a medida que pase el tiempo. “Pero es importante no quebrarse, entre otras cosas porque con el transcurso del tiempo, las soluciones comenzarán a acumularse”.
La firma era del Dr. Shay Fleishon, presentado allí como Director de una organización que engloba a 150 compañías de alta tecnología en Jerusalem.
La carta seguía diciendo: “Aunque ustedes no lo oigan en los medios, el mundo de la ciencia y el mundo de la tecnología están en estos precisos instantes desplegando un esfuerzo sin precedentes. En mi condición de director del BioJerusalem Center, puedo adentrarlos un poco en lo que ocurre detrás de las bambalinas de este esfuerzo”.
Shay contaba en su carta que la organización que dirige es una iniciativa gubernamental que conecta los emprendedores investigadores con la industria, en el área de Ciencias de la Vida, en Jerusalem.”Tenemos la ventaja de observar diariamente la actividad de 154 compañías jerosolimitana en el campo de Ciencias de la Vida, que se combinan con la investigación científica en la Universidad Hebrea y otras instituciones de estudio y los hospitales Hadassah y Shaarei Tzedek. Y el mensaje se incrementa todos los días” .
A continuación, Shay Fleishon dio varios ejemplos ilustrativos de lo que se estaba haciendo en Jerusalem. “Más allá del orgullo local por Jerusalem –agregó- es importante tener presente que esto es una historia mundial. Mis colegas en distintas partes del mundo cuentan la misma historia. San Diego, Boston, Oxford, Shanghai. Miles de equipos de investigadores están en estos precisos instantes sentados trabajando, participando en un esfuerzo internacional sin precedentes. Toda información que se descubre, es publicada rápidamente, abierta a todos. Toda información sobre un paciente examinado, todo remedio experimental, todo se canaliza al esfuerzo concentrado, y paso a paso, vamos avanzando”.
Y resumió: “Así que aunque es difícil, no nos quebremos. Es importante tener presente que cada día que pasa, descubrimos algo más de información que se acumula y ayuda a salvar vidas. No se trata solamente de aplanar la curva. Entendemos cada vez más la enfermedad, cómo frenar su propagación y cómo tratarla. Cada día en que el aislamiento frena una catástrofe, también es un día que nos acerca a una capacidad mucho mejor de aliviar el golpe. Hoy más que nunca es importante que todos sepan que el mundo de la ciencia y la tecnología no nos ha abandonado. Resistan. La ayuda está en camino”.
Terminé de leer la carta casi con lágrimas en los ojos. Y con la determinación a ubicar al autor de la misma, cuyo nombre no había oído jamás.
Afortunadamente, no era un invento.
El Dr. Shay Fleishon, de 37 años, es el Director Ejecutivo del BioJerusalem Center, parte de la Autoridad de Desarrollo de Jerusalem, una entidad gubernamental israelí. Estudió Biología, hizo su Doctorado en el Instituto Científico Weizmann y su investigación fue en Biología Molecular. Trabajó como asesor del Ministerio de Economía en Biotecnología y de ese cargo llegó a este singular marco, el BioJerusalem Center, que concentra todo el campo de la biotecnología y las tecnologías médicas en Ciencias de la Vida, en la capital de Israel. Nos cuenta orgulloso que un informe internacional, Star-up Genom, colocó al eco-sistema del centro entre los 10 líderes del mundo en el área.
En total, el Bio Jerusalem Center agrupa a 154 compañías. Y cuando le preguntamos cuáles le parecen más interesantes, sonríe y responde que “a los hijos los queremos a todos por igual”. “Vale la pena que nos concentremos ahora en aquella compañías que pudieron congelar algunas investigaciones que estaban realizando, para dedicarse plenamente al tema del Corona. Otras pudieron ajustar su rumbo de acción a la nueva necesidad”, nos dijo Shay la primera vez que hablamos con él, hace unas dos semanas. En la entrevista, irradió el mismo espíritu de esperanza fundamentada, que en la carta que hizo circular.
Este viernes volvimos a hablar con él, y su tono era más alentador aún. En términos generales, se está trabajando en 4 áreas principales:
-Diagnóstico
- Prevención
- Remedios
- Vacuna
Un panorama general
- La compañía Argaman produjo máscaras especiales con tela de iones de cobre que impiden la infiltración del virus. Están trabajando hace ya más de 3 meses, en turnos constantes, y exportan a todo el mundo.
- La compañía Pepticom está analizando la información sobre la estructura del virus y valiéndose de inteligencia artificial, produce una pequeña proteína que atacará el virus.
- La compañía Biofence ya desarrolló una cobertura anti viral que será examinada pronto contra el Corona. Es un producto para las manos y la piel del cuerpo que mata al virus si llega a tocarnos, pero no sólo por unos minutos como cuando nos ponemos alcohol en gel sino que queda en la piel por más tiempo y actúa contra el virus también horas después de aplicado. Está en etapa de experimentos en el hospital Hadassah de Jerusalem.
- La compañía Salignostics está trabajando en el desarrollo de un hisopo que examine si el virus está en la saliva.
- La compañía Novamed está desarrollando un test que examine la presencia del virus en la flema.
- La compañía EDAS desarrolló un algoritmo capaz de identificar enfermedades infecciosas (ya está aplicado en el Hospital Hadassah) y ahora le enseñan a reconocer al Corona.
- La compañía Enlivex desarrolló un remedio que puede ser apropiado para síntomas extremos de Corona.
- La compañía POMICELL está desarrollando un sistema que puede evaluar la efectividad de un remedio para distintos tipos de enfermedades.
Algunos ejemplos, en detalle
Diagnóstico
P: ¿Qué ejemplo tenemos en el tema de diagnóstico temprano?
R: Hoy entendemos claramente que toda salida de esta situación de distanciamiento social requiere un diagnóstico urgente. Debemos tener un cuadro lo más exacto posible de la situación en el terreno”, recalca Shay. Una investigación que ya se está implementando en Israel es por el método de “pooling”, en la que se hace el examen a varias muestras juntas, lo cual ahorra mucho tiempo.
P: Esa fue una investigación conjunta del Technion y el Centro Médico Rambam de Haifa ¿verdad?
R: Así es. Hay también otros métodos que permiten introducir a un aparato muchas secuencias al mismo tiempo y leerlas con mucha rapidez. Por ejemplo, el método conocido como “new genom sequency”, que existe hace tiempo, está siendo adaptado a la necesidad actual del diagnóstico rápido de Corona. Y esto se hace extrayendo ante todo el RNA, un segmento del material genético de cada paciente, se le agrega otro trozo de ADN con un código que permite hacer la distinción. También este tema del código ya se usó en el pasado, pero no para diagnóstico médico. No falta mucho para tenerlo pronto.
P: ¿Dónde se está desarrollando esto?
R: En laboratorios de la academia, por ejemplo en el del Profesor Nir Fridman de la Universidad Hebrea. Y el examen del que hablamos se está haciendo ahora ya en cooperación con los laboratorios del Hospital Hadassah. O sea, ambos brazos, son de Jerusalem.
Remedios
P: Otra dimensión es el desarrollo de medicamentos. Ahora se experimentan varias cosas, y algunas están funcionando, pero no hay algo que uno pueda decir en forma tajante que es remedio para el Corona.
R: Así es. Pero también en eso se va avanzando. La empresa Pepticom ya halló dos proteínas necesarias para desarrollar un remedio y ahora están en camino a examinarlas. Explico: Pepticom sabe identificar a nivel molecular el receptor en el cuerpo al que el virus se adhiere, o la parte del virus que se adhiere a ese receptor. Digamos que nuestras células son “ciegas”. Cuando el virus llega y toca a la puerta, le abren. Pepticom identificó el timbre en la puerta, o sea el sensor en las células de nuestro cuerpo que permite al virus adherirse, “entrar”. Ya tienen péptidos, pequeñísimas proteínas que saben frenar la posibilidad del virus de adherirse a las células de nuestro cuerpo. Una opción es frenar el “timbre” de la puerta de las células y la otra es frenar la “mano” del virus que toca a la puerta, esas puntas salientes que todos conocen ya de los dibujos del Corona.
P: O sea que una proteína no permite que el virus entre después de “tocar el timbre” y la otra no permite que el virus llegue a tocar el timbre.
R: ¡Exacto! Ya identificaron esas dos proteínas en la computadora, y ahora hay que confirmar que eso funciona.
P: ¿Y a qué conducirá, si se confirma?
R: Al desarrollo de un remedio. Hay dos estrategias. Una es impedir la acción del virus, sea impidiendo que entre al cuerpo o atacándolo directamente de modo que lo mata. La otra es impedir los serios fenómenos que provoca el virus, como ser las inflamaciones duras con las que el cuerpo reacciona cuando identifica el virus, más que nada en los pulmones.
P: ¿Cuál es la diferencia entre la primera estrategia y la vacuna que se desarrolla?
R: No es vacuna porque aquí no hay una memoria. Si yo tomo el remedio, no impide que me contagie mañana. La vacuna hace que el cuerpo recuerde para siempre cómo es el virus y la próxima vez que venga, será frenado.
P: ¿Se puede estimar cuánto tiempo lleva hasta que se confirme en laboratorio que esas proteínas pueden en efecto bloquear al virus y hasta que de eso se desarrolle el remedio?
R: Puede ser cuestión de sólo unas semanas hasta que se confirme que esas proteínas pueden servir. Y luego estimo que puede llevar medio año hasta que comiencen los experimentos clínicos.
P: O sea en seres humanos.
R: Así es. Si todo va bien. Pero hay que decir claramente que la esperanza no se centra hoy en un remedio sino en la prevención y el diagnóstico temprano y en gran cantidad de gente.
Manejo de los tratamientos
P: Entiendo que se desarrollan tecnologías que permiten manejar en forma más eficaz los tratamientos que se dan. No se trata de una cura, pero de cosas que ayudan a que todos los procesos se den mejor.
R: Así es. Te doy un ejemplo. La compañía MDI, en cooperación con el hospital Hadassah Ein Karem de Jerusalem, tienen una tecnología de apoyo al tratamiento, analizando lo que se llama “cross-drug interaction” . Trabajan en este tema desde hace años, con una tecnología que permite saber cómo es la interacción entre los distintos remedios que una persona va recibiendo. Y ahora, el desafío es que se adapte también a Corona. Se trata de una tecnología que ayuda a manejar mejor el tratamiento. Y en el caso de Corona es especialmente importante porque la gente que se enferma más grave, en su mayoría ya vienen con otras enfermedades. O sea que es gente que ya llega al hospital con remedios y si hay contradicciones que no se identifican, eso puede ser muy peligroso. Y MDI tienen un algoritmo que logra identificar todo esto y si se agrega algo nuevo, podrá indicar cómo cambiar los tratamientos existentes. Esto puede reducir considerablemente la carga en los hospitales y permitir, en determinados casos, derivar tratamientos hacia afuera.
P: ¿Y en qué etapa está esto?
R: Ya está en experimentos de médicos en hospitales. Creo que aquí no es cuestión de tiempo hasta que terminen experimentos, sino que están esperando que se acumule más y más conocimiento respecto a qué sirve para el Corona.
A disposición de la ciencia
P: ¿Hay otros emprendimientos que apuntan a apoyar a distintos tratamientos, aunque no sea directamente el desarrollo, por ejemplo, de un remedio?
R: Hay una compañía llamada Biohouse que se encuentra dentro del Hospital Hadassah, que está haciendo algo impresionante, aunque no se trata del desarrollo de un producto determinado.Biohouse tiene laboratorios especiales para biología, que valen millones de dólares. Si un start-up determinado quiere investigar ahora algo dedicado al Corona, la compañía les da un laboratorio con todo el equipo completo, para que puedan trabajar. Dicen que ahora no es momento de hacer negocios, y ofrecen los laboratorios sin costo ninguno para quien quiera investigar.
A modo de resumen
Recordamos a Shay aquella carta que nos impactó. “La escribí porque sentí la necesidad de infundir esperanza a la gente. Notaba que a mi alrededor mucha gente hablaba con un espíritu de desaliento, sin lograr mirar hacia adelante. Y como yo sabía de mucha cosa que se está haciendo, estaba seguro que era importante contarlo”, comenta. “Es que la tecnología cambia muchas cosas. El Economista Robert Malthus, de fines del siglo XVIII, decía que la población mundial crece a un ritmo determinado y la producción de alimentos a otro ritmo distinto y que si juntamos ambas cosas, no podremos mantener el mundo. Pero en ese momento no podía tomar en cuenta que tecnologías aplicadas al campo permitieron duplicar la producción”.
Preguntamos si considera que hay un mensaje en lo que está ocurriendo, aunque eso sería más de la filosofía que de la biotecnología. Y Shay tiene clarísima su postura al respecto:
“Yo creo que no hay ninguna enfermedad que no sea un intento de la naturaleza de equilibrarnos. Todos queremos subsistir. Mi meta es que la especie humana sobreviva y no viva con sufrimiento”, comenta Shay. “ Y no por hacer filosofía, pero creo que todo esto mostró que no somos inmunes a todo, que el ser humano no está por sobre todo, sino que siempre puede haber un peligro y debemos entenderlo”.
De esto también salen enseñanzas y sugerencias muy prácticas. “ Es importante recordar que la tecnología es lo que nos permitirá sobreponernos a estos problemas que surgen”, recalca Shay. “Cuando la crisis haya pasado y estas cosas ya no parezcan urgentes, espero que se habrá comprendido que este campo es importante siempre, para seguir preparándonos para los próximos desafíos. Estoy hablando de tecnología con un fin humano. Es importante recordarlo”.