Nos lo cuenta Giora Kornblau, mentor de Robótica y Director General de TERRALAB
En 24 horas, trabajando día y noche, con la sola meta de idear algo que ayude a salvar vidas, el israelí Giora Kornblau (47) y sus alumnos de robótica de Biniamina, lograron desarrollar un respirador que se puede armar en minutos, cuesta no más de 100 dólares por aparato y sirve como emergencia para salvar vidas.
“Este es el sentido de lo que hacemos, lograr desarrollos tecnológicos que aporten a la sociedad, a la humanidad, para mejorar el mundo .Es una gran satisfacción”, nos dice Giora en una entrevista telefónica pocas horas después de confirmarse que la carrera maratónica desde que recibió el encargo, arrojó el resultado buscado.
Y es importante que se sepa quiénes son los autores. El grupo de Robótica de Giora es Orbit 1690, parte de la organización mundial First, y con ellos colaboraron también el grupo “1577 Steam Punk” y “Ónix 2231”
Además de su papel como mentor de Robótica para alumnos de secundaria, Giora es el Director General de TERRALAB, la incubadora tecnológica de Terra Venture Partners, uno de cuyos socios fundadores es el uruguayo-israelí Harold Wiener. Ambas cosas tienen el mismo espíritu. TERRA apoya a emprendimientos israelíes que desarrollan tecnologías para mejorar el mundo.
Hay varios elementos singulares en esta historia. El primero es que quien lanzó el desafío de desarrollar un respirador en un trabajo amateur, fue la unidad 108 de la Fuerza Aérea israelí. Uno podría preguntarse qué tiene que ver la Fuerza Aérea con algo así, pero es propio del eco-sistema de Israel, en el que diferentes partes de la sociedad aúnan esfuerzos y cooperan ante una necesidad de emergencia. Pues la unidad en cuestión lanzó el desafío entre grupos destacados de Robótica, uno de los cuales es el de Giora Kornblau, en el que junto a él hay otros mentores mucho más jóvenes y los alumnos mismos, que son todos de los dos últimos años de secundaria.
“Decidimos intentar y tomamos el desafío. En 24 horas lo planificamos, programamos y logramos concretarlo”, nos dice Giora, aclarando que no se trata de un aparato desarrollado como un instrumento médico de fábrica sino como una ayuda a la que se puede recurrir cuando faltan los respiradores comunes de alto nivel.
“Esto funciona como un respirador, pero es un robot. Está planeado de modo que cualquiera pueda armarlo, con el motor de una ventana de coche. Requiere un plástico sencillo, y también su electrónica lo es. La gran ventaja es que se puede armar con facilidad”, explica Giora. “No digo que es como un respirador de hospital desarrollado como una máquina médica, pero clínicamente hace el trabajo y aunque yo no lo usaría como primer recurso, cuando están todos los respiradores ocupados y alguien se está por morir porque le falta oxígeno, nuestro aparato lo puede salvar”.
Quien necesite información al respecto puede comunicarse con info@terralb.com
Preguntamos, si realmente puede salvar vidas, cuáles son las desventajas por las que no lo recomienda como primera opción. “Es que no fue desarrollado como un aparato médico. Es para emergencias. No tiene el motor de un aparato médico. Puede dejar de funcionar. Y no hemos pasado varias etapas experimentales, Es lo mejor que se puede construir rápidamente, como algo amateur. Mide la presión, determina el ritmo y la profundidad de la respiración, pero no es como un aparato de hospital. Es algo sencillo y rápido. En resumen, cuando no hay otra cosa, sin duda puede salvar vidas”.
Giora analiza con evidente modestia, sin alardes. “Yo no podría siquiera decir si esto es lo más importante ahora. Pero como se encargó tratar de desarrollar un respirador que cualquiera que sabe algo de robótica pueda armar, esto es lo que hicimos. Y fue absolutamente voluntario, nadie nos paga ni tampoco nos devuelven el dinero que invertimos de nuestro bolsillo. Es por un bien general. Y me alegra que lo hayamos logrado”.
Giora Kornblau lleva ya años en el campo de la tecnología. Trabajó en la compañía Elbit y en diversos emprendimientos de tecnología médica y como Director General de TERRA está en contacto permanente con desarrollos originales que apuntan a mejorar el mundo en el que vivimos. Y esto va perfectamente de la mano de su otra ocupación como mentor de los jóvenes alumnos de Robótica.”La intención es crear líderes tecnológicos para Israel y el mundo, que logren desarrollar su talento tecnológico pero también la conciencia sobre su aplicación social”, sostiene. Y cuenta orgulloso que en FIRST, la organización mundial con sede en Estados Unidos de la que su grupo es parte, el premio más prestigioso es a quien desarrolle lo que más aporte a la comunidad. “No es casualidad que el lema de nuestro grupo sea ´el robot cambia, el espíritu permanece´”.
Este video de FIRST lo plantea muy bien.
Y cuando le pedimos una foto y nos envía una en la que está con sus hijos Omri y Yair, ambos activos en el mismo grupo de Robótica, Giora no destaca que compartan el talento en lo tecnológico sino los valores que esto tiene por detrás. “Ellos ven qué hago y a qué me dedico. Creo que la mejor educación está en el ejemplo”. Y lo imaginamos sonriendo.
Al terminar, preguntamos a Giora si ve un mensaje en lo que está ocurriendo con el Coronavirus. Justamente él, como toda la gente de TERRA, preocupados por garantizar que el desarrollo tecnológico aporte al mundo en lugar de destruirlo, tiene una postura muy clara al respecto. “Creo que llegó el momento que la humanidad reciba un golpe para recuperar la humildad, la solidaridad, para actuar con menos ego y ambición desmedida, preocupándose más por el ambiente y el planeta todo. Quizás este sea el golpe. Hay que aprender después de grandes problemas. Y si no aprendemos, quizás llegue un golpe más duro aún”.