“Mi función no es juzgar a Dios y tampoco entenderlo, sino tratar de reflexionar sobre los mensajes que nos envía por medio del virus corona”
El Rabino Eliahu Birnbaum, nacido en Paysandú, Uruguay, y radicado desde jovencito en Israel es el Director del Instituto Amiel, dedicado a la formación de rabinos para la diáspora. Es Juez del Tribunal Rabínico de Jerusalem.
Le agradecemos habernos concedido esta entrevista, siempre con buena disposición para con Semanario Hebreo.
P: Eliahu el mundo vive una situación difícil, en la que lo único seguro es la incertidumbre. No se sabe siquiera cómo y más que nada cuándo termina esto. Mi primera pregunta es dónde está en tu opinión D´s en todo esto. Como persona creyente, estimo que tú consideras que él está en todos lados y en todo. Y cuando la situación es como la actual, en la que ya han muerto más de 8 mil personas en el mundo, estimo que no es fácil para una persona de Fe.
R: Como hombre de fe, tengo todas las preguntas, pero no todas las respuestas. La fe en general y la fe en Dios en especial, nos enseña a mirar el mundo en una forma diferente, a comprender que no todo depende del hombre y no todo está en nuestras manos.
Considero que Dios es el Dios del universo, es el Dios de la historia y es también el Dios de los virus y las enfermedades. Mi función no es juzgar a Dios y tampoco entenderlo, sino tratar de pensar y reflexionar sobre los mensajes que Dios nos envía por medio del virus corona. En estos días que estoy en cuarentena en mi casa, intento reflexionar sobre esta y otras preguntas....Invito a todos y cada uno a reflexionar.
P: ¿Cómo te ayuda la Fe a lidiar con la situación actual?
R: La fe me permite tener una visión optimista sobre la vida y el futuro. Quien inventó el virus corona, inventará y enviará su remedio y mejoría.
P: ¿Hay recursos en las fuentes judías que nos pueden ayudar a enfrentar esta crisis?
R: Las fuentes judías nos enseñan a reflexionar, rezar y estar con nosotros mismos. El hombre moderno se concentra en la sociedad, en los medios de comunicación y muchas veces se olvida de reunirse consigo mismo. El judaísmo pone mucho énfasis en el “Yo” personal, en el reconocer mis fortalezas y debilidades y este criterio es de gran ayuda en estos días de aislamiento y cuarentena.
P: Conocemos claramente el concepto de “pikúaj nefesh”. La vida es sagrada y prioritaria en el judaísmo. ¿Cómo se explica que en determinados sectores ultraortodoxos haya habido-ahora un poco menos- renuencia tal, hasta declarada oposición a cumplir con las instrucciones, para poder seguir estudiando Torá?
R: No soy abogado defensor del público ultra ortodoxo, pero considero que como este sector está un poco más desconectado de los medios de comunicación y de internet, no tenían hasta hace pocos días el conocimiento necesario de la magnitud del virus. En los últimos días, la mayoría de este sector comprendió que se trata de un peligro de vida y asumieron las normas indicadas por el gobierno.
P: En los últimos días, aunque con una demora a mi criterio muy problemática-por no usar palabras más duras- salieron grandes rabinos con proclamaciones tajantes a sus comunidades, sobre la importancia de respetar las órdenes de las autoridades. Jabad fue más allá aún y exhortó a la gente a reportar a quienes no lo hacen. ¿Eso tiene entre las comunidades ultraortodoxas más peso que lo que dice el gobierno?
R: Una de las características de las comunidades ultra ortodoxas es que ellos se rigen por las “órdenes” de los grandes rabinos. Sin duda estas decisiones tienen para ellos más peso que las leyes del gobierno. Debemos recordar también que para el público religioso, mantener y cuidar la vida es prioridad número uno y por lo tanto este concepto religioso se une y supera las leyes del gobierno.
P: Se acerca Pesaj. Es difícil saber que no podremos reunirnos en familia, a menos que ocurra un milagro antes del 8 de abril. ¿Qué indicaciones darías a las familias nucleares, cada una en su casa?
R: Pesaj, la fiesta de la liberación es sin duda la fiesta de la familia judía. Aún así, es muy posible que este año no podamos festejar Pesaj en grandes marcos familiares, sino solamente en familias nucleares y pequeños grupos de familia. Esto podría afectar el ambiente de la fiesta y decepcionar a los participantes en el Seder. Considero que es muy importante aprovechar este Seder de Pesaj para el diálogo interno en la familia, para preguntarnos sobre dilemas y temas fundamentales en nuestra vida judía.
Este año Pesaj será diferente, pero igual o mejor que en otros años. Sugiero prepararse para el Seder, pensar en textos, en preguntas, en interpretaciones y en juegos para hacer del Seder una experiencia bonita y significativa, sin importar el número de personas que participen.
P: ¿Dirías formalmente que mejor comer jametz que salir a comprar comida kasher cuando de hecho la orden es minimizar las salidas a lo estrictamente indispensable? Y quizás hasta que llegue Pesaj ya habrá sido impuesto “estado de sitio”, cierre total.
R: No, en Pesaj no comemos jametz, aún si no hay matza. Este es un símbolo que el pueblo judío respetó en todo lugar y momento. Sugiero empezar a comprar lo antes posible lo necesario para Pesaj y de lo contrario hacer un poco de dieta en Pesaj y comer alimentos naturales....
P:Más allá del hecho concreto que si se cierran sinagogas está claro que no se puede ir a la tfilá ¿podrías decirme cuáles son las indicaciones para la gente observante en la situación actual, en temas puntuales del cumplimiento diario de las mitzvot? Se me ocurre el tema de la inmersión en la mikve…pero tú sabrás mejor.
R: El cumplimiento del judaísmo y las mitzvot tiene una perspectiva colectiva y también individual. Sin duda en el ámbito colectivo hay dificultades. No se puede participar en la Sinagoga. Las mujeres que están sanas, siguen visitando la Mikve. Tuve casos de familias en el mundo que tuvieron hijos, pero no pudieron conseguir un mohel para hacer el Brit Mila porque las fronteras del país estaban cerradas o los mohalim en cuarentena y tuvieron que postergar el brit. En Israel, no se están realizando casamientos, sino solo la ceremonia de la Jupa para no más de 10 personas.
P: El judaísmo se practica en comunidad. Y quizás el ejemplo más concreto es el minián, sin el cual no se puede rezar en la sinagoga. ¿Qué se hace?
R: Muy fácil... se reza en la casa. A pesar que el rezo ideal es en minian, el hecho de cambiar un poco y rezar solo es también una buena y bonita experiencia.
P: ¿Algún otro punto que no te supe preguntar?
R: Deseo a todos, un Shabat Shalom, buena salud, que el mundo y el Estado de Israel se recuperen rápidamente y que podamos aprovechar estos días o semanas de cuarentena para crecer en forma personal.
P: Que así sea. Amén. Muchas gracias.
R: A ti. Shabat Shalom.