Antes de lo esperado, tan solo dos días después de su última aparición ante la ciudadanía por televisión, el Primer Ministro Biniamin Netanyahu se presentó este lunes nuevamente ante las cámaras para anunciar las nuevas medidas en el marco de la crisis por el Coronavirus.
En primer término confirmó que este mismo lunes por la noche el gobierno aprobará recurrir a “medidas de emergencia” que permitan el uso de medios de tecnología digital para ubicar a través de señales de los teléfonos celulares, a quienes estuvieron cerca de enfermos de Corona, a fin de poder alertarlos e indicarles que se recluyan en aislamiento domiciliario. Se trata de recursos utilizados en la lucha contra el terrorismo y de una medida que evidentemente invade la privacidad de los ciudadanos, por lo cual también ha sido motivo de debates.
Netanyahu, sin hacer referencia a las críticas al respecto, de las que indudablemente tiene conocimiento, dijo que “debatimos el tema seriamente durante 6 horas y hemos pedido garantizar que haya un estricto control del tema, para que no se haga mal uso de ello”. Dijo que el asesor jurídico del gobierno aceptó el pedido de usar la tecnología en cuestión y que ello será aprobado por un tiempo limitado de 30 días. “Israel es una democracia y hay que cuidar el equilibrio entre los derechos individuales y las necesidades generales”, recalcó.
Desde el domingo se hablaba en Israel de lo que se creía sería una inminente decisión de imponer cierre generalizado en todo el país, una medida especialmente drástica para frenar lo más posible el ritmo de contagio del virus. Esto es lo que exige el Ministerio de Salud Pública, pero Netanyahu trata de tomar medidas duras, sin llegar aún al punto máximo.
“No encerramos a la gente en casa, no proclamo cierre general pero sí habrá cierre local en lugares en los que hay estallido de Corona, para proteger la salud pública”, declaró el Primer Ministro. De fondo circularon ya diversas informaciones sobre algunos puntos del país en los que se descubrieron varias personas contagiadas en una misma familia o barrio, lo cual se toma como base casi segura de contagio casi generalizado en la localidad en cuestión.
El resumen central del nuevo anuncio es que el sector público pasa a trabajar como en situación de emergencia,a un 30% de su personal, el privado limita su trabajo más aún que hasta ahora y los servicios esenciales se mantienen sin cambio.
Las limitaciones entran en vigencia este miércoles de mañana. Está claro que miles de funcionarios pasarán a seguro de paro, otros se considerará que tomaron días a cuenta de sus vacaciones anuales, todo según la esencialidad d sus puestos. “Las adaptaciones son según las necesidades específicas en cada lado”, dijo el Primer Ministro.
Aclaró que lugares de trabajo en los que hay menos de 10 personas pueden continuar como siempre, garantizando que mantienen 2 metros de distancia entre las personas.
Netanyahu recalcó que los servicios esenciales como supermercados, almacenes, farmacias, policía y otros similares, trabajan como siempre. El transporte público también sigue funcionando por ahora, pero con algunos cambios.
Según el Primer Ministro “se refuerza a los equipos médicos y los laboratorios”, aunque no especificó cómo, ya que las carencias en ese sentido son conocidas desde hace años.
Netanyahu recalcó las expresiones de solidaridad populares que se dan en todo el país, la actividad de voluntarios que llevan comida a gente en aislamiento, iniciativas de niños grandes que cuidan a otros menores a los que no conocían, y hasta los casamientos singulares en las que la gente acompaña a los novios desde los balcones transmitiendo alegría.
Se referís más que nada, al parecer, a este casamiento.
“Finalmente, ganaremos la batalla, aunque lleve tiempo”, dijo Netanyahu, apelando nuevamente al espíritu de la ciudadanía israelí.
El espíritu, sin duda, es en muchos casos alentador, como esta linda imitación de la iniciativa italiana de cantar en los balcones. Aquí, en Ganei Tikva.
