Va disfrazado de mera discrepancia con Israel.
Días atrás ocurrió algo poco común en la Comisión de Racismo de las Naciones Unidas, que respondiendo a las exhortaciones de la organización internacional de Derechos Humanos Un Watch, que tiene carácter de observadora en el organismo internacional, se puso a analizar el antisemitismo de la Autoridad Palestina y de Hamas y pidió a la Autoridad Palestina explicaciones.
La comisión ordenó una revisión de los pronunciamientos y políticas de la Autoridad Palestina y de Hamas, tras haber recibido un informe detallado de varias decenas de páginas de parte de UN Watch. En dicho informe, UN Watch reveló que la Autoridad Palestina y Hamas violan como práctica de rutina los compromisos internacionales de combatir el racismo.
No entraremos en detalles de la dinámica que se está dando en la ONU en relación al tema, las mutuas acusaciones entre UN Watch y la delegación palestina (que acusó a la primera de “propaganda”), sino que optaremos aquí por dar ejemplos concretos del antisemitismo en distintos pronunciamientos, publicaciones y declaraciones de figuras palestinas o sus páginas oficiales en las redes sociales. Y evidentemente, no es necesario aclarar que el juego semántico de aclarar que los árabes no pueden ser antisemitas porque también son semitas, es irrelevante. Todo el mundo sabe que cuando se habla de antisemitismo, la referencia es a judeofobia.
"Este era el hogar de nuestro padre y los extranjeros vinieron a expulsarnos", dice la niña, a la que evidentemente enseñaron a decir de memoria el texto que repite en el programa. "No nos sorprende.Han sido traicioneros por naturaleza, desde los tiempos de Moisés hasta nuestros días".
(Televisión oficial de la Autoridad Palestina, 24 de diciembre del 2015)
Lamentablemente, los ejemplos que podríamos dar, son numerosos y llenarían aquí varias páginas. Los extraemos del resumen de Palestinian Media Watch.
-Se suele usar imágenes de animales, evidentemente desagradables y dañinos, para presentar a soldados israelíes, a judíos.
El 25 de febrero de este año, en el periódico oficial de la AP Al Hayat al-Jadida, se publicó una caricatura de una enorme langosta dibujada con cabeza con casco y nariz larga-un claro elemento antisemita- montando sobre la Ciudad Vieja de Jerusalem, como para comerse al Domo de la Roca y el Santo Sepulcro.
Un mes antes, el 27 de enero, había salido otra caricatura en la que un soldado israelí con cabeza de perro mordía una paloma de la paz, mientras su perro mordía a un niño.
La paloma de la paz asesinada por un animal que lleva por cierto la Estrella de David, apareció también en la página oficial de Facebook de Al Fatah, el 24 de octubre del 2017.
Y mucho más.
La referencia a los israelíes y judíos-ya que el símbolo siempre es la Estrella de David-como animales, es muy común. Y en muchos casos, va acompañada de una referencia explícita a versículos del Corán que presentan a los judíos como “cerdos y simios”, aunque hay diferentes interpretaciones al respecto.
-Otro elemento muy común es la referencia al libelo antisemita de Los Protocolos de los Sabios de Sion como un “plan real que está siendo implementado”.
Así se lo dijo por ejemplo en un programa de la televisión oficial de la Autoridad Palestina en el que se entrevistó el 3 de diciembre del 2017 al Imam de la mezquita Al Zaytuna en Túnez, Sheikh Hassan Al Ubeidi.
También lo hizo el vocero de Al Fatah Osama al-Qawasmi en un programa de la TV oficial palestina, “El tema del día”:
“El segundo párrafo de los Protocolos de los Sabios de Sion dice: Deben crearse las corrientes religiosas extremistas (islámicas), en contraste completo con el régimen gobernante, independientemente de su naturaleza, sea nacional, árabe, secular, comunista o marxista, a fin de que las prioridades de dichos regímenes cambien de modo que sirva a los sionistas.En lugar de lidiar con salud, educación, sociedad y su preparación armada contra el enemigo, estarán lidiando con disputas internas”.
Son además numerosas las presentaciones de Israel como usurpador sin vínculo histórico ninguno con la región, la asociación entre Israel y la sangre, la aparición de Estrellas de David ensangrentadas, y el uso de la conocida frase “Khaibar, Khaibar, oh judíos, los soldados de Mahoma han comenzado a volver”.
Aquí la referencia es a la última localidad judía de Arabia derrotada por el ejército de Mahoma en el año 628. Dicha batalla, en la que murieron muchos judíos, marcó el fin de la presencia judía en Arabia. Según recuerda ¨PMW, hay musulmanes que ven en aquella lucha un símbolo de guerras futuras contra los judíos.
Y a todo esto, que es antisemitismo directo, debe agregarse que la presentación de Israel como un elemento extranjero a la tierra en la que fue creado el Estado judío, aunque sus antepasados vivían en ella ya hacía mucho, cuando el Islam no había nacido siquiera, es otra forma de demonizar la soberanía nacional judía de hoy.
Quitar derechos al judío entre los Estados del mundo, así como el antisemita “común y corriente” pretende hacer con el judío de a pie, es antisemitismo a nivel nacional.
Lo peor, no es que se moleste hoy a Israel o su gente con todos estos pronunciamientos.
Lo peor es el envenenamiento de las mentes en el pueblo palestino. Exponer a la población, más que nada a jóvenes y niños, a esas imágenes antisemitas y deshumanizadas de los vecinos, es empeorar cada vez más la situación. Es preparar el terreno para una guerra sin fin. ¿Por qué creerá el palestino promedio en un acuerdo, si alguna vez se logra, si durante décadas le presentan a ese vecino de al lado como un animal cruel y desagradable que lo quiere matar?
Eso es antisemitismo respecto a Israel y los judíos. Y es irresponsabilidad ante su propio pueblo.