Aproximadamente 14.000 dólares. Y seguirá recibiendo un pago mensual de la Autoridad Palestina.
La muy polémica decisión tomada ya años atrás por la Autoridad Palestina de efectuar pagos a las familias de terroristas muertos en atentados contra Israel, así como también a los presos en cárceles israelíes por haber participado en ataques, puede ser captada en toda su dimensión al dársele rostros, nombres y apellidos. No de los terroristas a los que presenta como “mártires” y “héroes”, sino de sus víctimas.
Una de ellas fue Hallel Yaffa Ariel, de tan solo 13 años, acuchillada de muerte mientras dormía, por Muhamad Taraireh, un palestino de 17 años que irrumpió a su casa en Kiriat Arba por una ventana abierta y fue abatido por las fuerzas de seguridad israelíes cuando intentaba huir.
Eso ocurrió hace 3 años, el 30 de junio del 2016.
Según un informe de “Palestinian Media Watch”, desde el asesinato, la Autoridad Palestina pagó a la familia del terrorista más de 50 mil shekel, porque lo consideran “mártir”.
La suma de los pagos en cuestión ha ido aumentando desde el 2005, por orden del Presidente de la AP Mahmud Abbas. En la actualidad, la “tarifa” es 1400 shekel (cerca de 400 dólares) por mes, con agregados a terroristas que tenía hijos, residían en Jerusalem u otras partes del Israel soberano, o sea no en Judea y Samaria (Cisjordania).
Una de las discusiones de fondo entre Israel y la Autoridad Palestina se refiere precisamente a estos pagos. La Autoridad Palestina los presenta como un deber nacional y una responsabilidad para con “las familias de nuestros combatientes”, mientras que Israel sostiene que es un aliento al terrorismo y por ende un mensaje nocivo ante la sociedad.
Ese es el trasfondo de la ley promulgada meses atrás por la Kneset, de deducir la suma pagada a terroristas cada año, del dinero de impuestos y aduanas de los palestinos que Israel le transfiere mensualmente. LA AP lo ha presentado como el principal detonante de su crisis económica y rechazó el dinero que Israel le depositó, exigiendo que se le pase la suma completa, sin la deducción en cuestión.
La Autoridad Palestina acusa a Israel de robarle su dinero, ya que según el acuerdo económico de París entre las partes, Israel debe cobrar ese dinero y transferirlo a los palestinos. Pero Israel considera que tiene derecho a aplicar sanciones –la deducción de la suma de los pagos a los terroristas –ya que esos pagos incentivan terrorismo contra ciudadanos israelíes.
No es necesario leer interpretaciones israelíes para comprender que los atentados son presentados por la opinión pública palestina como actos heroicos. El uso de la palabra “shahíd” (mártir) respecto a los terroristas que mueren tras cometer los atentados, es una clara señal de ello, por la fuerte carga emocional del término. Es común de boca de autoridades palestinas, de los medios e inclusive de la prensa oficial como el periódico de la AP “Al Hayat Al-Jadida” y la agencia noticiosa WAFA.
En honor al asesino, la página oficial de Al-Fatah en Facebook colocó en su momento la foto de Muhamad Taraireh presentándolo como “shahíd”.
Y quizás lo más duro hayan sido las declaraciones de la madre del terrorista:
Video traducido y subtitulado por Palestinian Media Watch.
“Mi hijo es un héroe. Me ha hecho sentir orgullosa. Mi hijo murió como mártir defendiendo a Jerusalem y Al Aqsa. Alabado sea Alá, Señor de los Mundos. Mi hijo se ha sumado a los mártires que llegan ante él. Con el deseo de Alá, todos seguirán su camino, todos los jóvenes de Palestina. Alabado sea Alá”.
(Canal de YouTube de Hebron News, 30 de junio del 2016)
El "heroísimo" de su hijo fue asesinar a puñaladas a una niña israelí mientras dormía.
