“Fuimos a Bahrein para fortalecer la economía palestina, algo que no ha hecho la propia Autoridad Palestina”.
El empresario Ashraf Ja´abari (45) de Hebron, no tiene miedo. Y no porque viva en la parte israelí de la ciudad, y no bajo gobierno de la Autoridad Palestina. Asegura que no teme decir la verdad tal cual él la ve, no porque sea inconsciente, sino porque está convencido de que únicamente así servirá a su pueblo y la sociedad en la que vive.
Ja´abari fue uno de los aproximadamente 15 hombres de negocios palestinos que aceptó la invitación a participar en el así llamado “Taller por la Prosperidad y la Paz” que se llevó a cabo la semana pasada en Manama, Bahrein por iniciativa de la administración Trump. El declarado objetivo, promover proyectos por un monto de no menos de 50 mil millones de dólares para desarrollar la economía palestina tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza. Se contemplan también proyectos especiales para Egipto y Jordania.
Es la primera fase, la económica, del “plan del siglo” tan anunciado y aún no presentado realmente por el Presidente de Estados Unidos.
Numerosos de sus colegas rechazaron la invitación debido a la furiosa reacción de la Autoridad Palestina a la programación del evento, que presentó como “traición”. “Quieren que vendamos nuestros derechos por dinero”, dijo el Presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas , afirmando que “no puede haber paz económica antes de una solución política y un Estado soberano en el que vivamos con libertad y dignidad”.
Pero Ashraf el-Ja´abari no está de acuerdo. Comparte el sueño de un Estado palestino independiente y soberano, pero es consciente de la seria problemática política de por medio y sostiene que hasta que sea hallada una solución, hay que vivir y desarrollarse. Por el presente y por el futuro Estado palestino independiente.
Este es también el trasfondo de la actividad que despliega a nivel empresarial-abarcando negocios de automóviles y cemento, entre otras cosas- en negocios en los que emplea a 250 palestinos, lo cual significa aproximadamente 1500 personas que viven de ello. Y en este marco, es conocido como uno de los empresarios palestinos que no tiene reparos en contactos también con judíos de los asentamientos- conocidos como “colonos”- lo cual suele ser especialmente delicado.
No sólo “contactos”, sino que en octubre del 2017 o, fundó junto con el israelí Avi Zimmerman- residente en la ciudad de Ariel al norte de Samaria (Cisjordania)- la Cámara de Comercio de Judea y Samaria, un marco destinado a promover negocios entre israelíes y palestinos residentes en el territorio en disputa y con israelíes en general. La Cámara abarca los rubros de turismo, comercio , servicios, infraestructura y medio ambiente.
“Me guían dos principios”, dijo Avi Zimmerman en una rueda de prensa conjunta con Ja´abari hace pocas semanas. “Quiero que mis nietos puedan vivir en la región en la que yo vivo, en una sociedad sustentable. Y quiero que mis vecinos palestinos tengan la oportunidad de crecimiento que les permita vivir mejor”.
Ya en esa ocasión, Ja´abari destacó que “hace ya 50 años que hay problemas pero también buenas relaciones”. Aclaró que “las relaciones económicas con los israelíes existía ya antes de los acuerdos de Oslo, no son un invento de ahora”. “No hay que conectar entre la política y la vida diaria de la gente. Limitarnos a esperar la solución política no conduce a nada. Debemos hallar soluciones alternativas porque la gente quiere alimentar a sus hijos”.
Cuando conocimos a Ja´abari y su colega israelí Zimmerman en la rueda de prensa conjunta, faltaban unas pocas semanas para la conferencia de Bahrein. Ja´abari tenía claro que él iría y rechazaba las presiones en sentido contraron.
“¿Quién le impidió a la Autoridad Palestina hasta ahora fortalecer la economía palestina?”, preguntaba retóricamente. “ Nadie. Pero no lo han hecho. Es cierto que cinco años después de Oslo tenía que establecerse el Estado palestino y por diversas discrepancias, no se logró. ¿Pero acaso alguien les impidió en esos cinco años garantizar desarrollo económico? La comunidad internacional nos apoyó para fortalecer la economía, el desarrollo, la inversión. ¿Por qué no lo hicieron?”, comenta en tono crítico.
Sin acusar a nadie directamente de nada, agrega: “Apoyaré a la Autoridad Palestina cuando presente cargos contra los involucrados en corrupción”.
Y ante una pregunta sobre las acusaciones por parte de la AP a quienes participen en el evento en Bahrein calificándolos de “traidores”, Ja´abari contesta con firmeza: “La AP tiene coordinación de seguridad con el Shabak , el servicio de seguridad de Israel. ¿Y me van a llamar de traidor a mí por intentar mejorar la economía palestina?”.
El jueves al anochecer, Ashraf Ja´abari regresó de Bahrein. Nuestra llamada le llegó cuando estaba esperando la valija ya de regreso en el aeropuerto internacional Ben Gurion en Israel, de donde viajaba a su casa en Hebron. Al día siguiente, el viernes, lo pudimos entrevistar. Esa misma noche circuló la noticia de la detención por parte de las fuerzas de la Inteligencia palestina de uno de los empresarios de Hebron que habían participado en la conferencia de Bahrein y luego, del infructuoso intento de detener a otro que alcanzó justamente a refugiarse en su casa.
La entrevista es pues, previa a estos últimos acontecimientos.
Esto es lo que nos digo Ashraf el-Ja´abari al retornar de Bahrein, donde fue el único palestino que habló en uno de los paneles de la conferencia.
P: Ashraf ¿cómo le fue en esta experiencia?
R: La verdad que todo funcionó muy bien. El programa de los norteamericanos, en cooperación con los Estados del Golfo, es aportar al desarrollo de la economía palestina. Yo vi personalmente que nadie habló allí de política, ni tampoco hubo políticos presentes. Los contactos fueron con inversores y yo sentí que de ahí se puede continuar en búsqueda de la paz.
P: ¿Por qué decidió usted ir, desde un primer momento, a pesar de la reacción de la Autoridad Palestina, de su entorno en general, de todo tan negativo opuesto al evento?
R: Porque si queremos un Estado palestino, debemos construirlo en base a una economía fuerte. La AP no quiso participar porque hay muchos problemas políticos con Estados Unidos e Israel. Pero este evento era sólo sobre economía y todos los que fuimos a la conferencia sentimos que si seguimos por la dirección correcta, con fe, vamos a tener éxito.
P: El Presidente Abbas dijo que quienes organizaron el evento pretenden, con dinero, hacer que los palestinos renuncien a sus derechos a un Estado propio.¿Qué le parece?
R: Nadie en el mundo puede decirle al pueblo palestino que renuncie a sus derechos. Esto está clarísimo. Pero ahora es difícil concretar una solución, por las numerosas discrepancias que hay. Además, recordemos que en los últimos 20 años y hasta el año pasado, hubo muchas conferencias de este tipo, de mayor o menor envergadura, en diferentes lados. Y todos fueron. ¿Por qué no había que ir ahora? Yo digo que la AP adoptó esa decisión, porque la iniciativa fue de Trump. Si esto hubiera pasado antes del conflicto entre la Autoridad Palestina Trump, seguro que habrían ido.
P: Claro, no es que nunca se encontraron.
R: Por supuesto. Recordemos que hace un año y medio el Presidente Abu Mazen fue recibido en la Casa Blanca , le agradeció al Presidente Trump y le deseó que tenga éxito en traer la paz. ¿Antes estaba bien y ahora es haram, prohibido?
P:¿Usted entiende el enojo de la Autoridad Palestina con el Presidente Trump? Lo acusan de adoptar posiciones pro israelíes totalmente.
R: Todos los gobernantes norteamericanos antes de Trump siguieron el mismo camino por ejemplo en el tema de Jerusalem y Trump cambió.
P: Al reconocer a Jerusalem como capital de Israel y trasladar la Embajada de Tel Aviv.
R: Claro. Pero el Congreso norteamericano había decidido hace ya más de 20 años que debían trasladar la Embajada. Pero cada uno firmaba un documento que lo postergaba. Trump no lo firmó. Eso todos lo saben. Ahora, si la Autoridad Palestina quiere ir por el camino de la paz, nadie en el mundo nos dirá otra cosa. No aceptaremos amenazas. Pero para hacer la paz, hay que tener la cabeza mentalizada en eso.
P: ¿Cree que la Autoridad Palestina está cometiendo muchos errores en su camino?
R: Por supuesto. ¿Para qué servía toda la furia que levantaron por el tema de Bahrein? El Presidente tendría que haber dicho “vamos, y si no nos sirve, no aceptamos”. Yo estuve allí y no vi que pusieran la soga al cuello a nadie por nada. Los palestinos que fuimos éramos plenamente libres de hacer lo que quisiéramos, de hablar con quien quisiéramos.
P: ¿Cree que hay algo de cierto en el argumento de la AP que no querían el evento económico cuando todavía no hay solución política?
R: Lo que pasa es que para la Autoridad Palestina la situación actual es mejor que estar en la mesa de negociaciones, porque saben que no llegarán a un Estado palestino.
P: ¿Porque Israel no lo quiere dar o porque ellos no son capaces de manejarlo?
R: Las dos cosas. Por eso yo digo que la parte política no debe frenarnos. Debemos velar por el futuro de nuestros hijos.
EN EL TERRENO
P: Ashraf ¿cómo explicaría cómo es la situación en el terreno desde el punto de vista económico, en cuanto al trabajo de los palestinos en Israel?
R: Este es un punto muy importante. Yo lo conté en la reunión de Bahrein. Conté cómo son las relaciones con hombres de negocios israelíes. Y conté que todos los días, 40 mil obreros palestinos trabajan en los asentamientos israelíes y vuelven luego a sus hogares. De ellos, 25 mil tienen permisos oficiales. ¿Acaso eso está prohibido? Si está prohibido, que lo hagan ley y la AP la firme y diga que hay boicot. Pero no lo hizo porque sabe que la gente precisa esos trabajos.
Vivimos con los israelíes en los territorios hace ya más de 50 años. Sus líderes conocen a los palestinos, están en contacto por trabajo, hay movimiento económico. Vivimos. Hay problemas por la situación política. Pero vivimos. Y quien tramita y arregla todo el tema de los permisos de trabajo para los palestinos es la administración civil, israelí.
El 80% de todos lo que compramos, viene de Israel. Si no el 90%. Hay mucho contacto. Así que no se puede jugar con esto. Hay que ver cómo ayudar al pueblo. Ya se intentó 70 años de violencia. ¿Qué recibimos de eso? Hay que probar otro camino.
Hay que hacer esfuerzo para que todo se lleve a cabo en forma digna, en la vida diaria. Pero hay una situación compleja de seguridad en el terreno y los soldados tienen su trabajo que cumplir. Llegará el momento en que todo mejore, en que los políticos sepan hacer lo que es bueno para los pueblos. Así lo espero.
P: ¿Pero diría que ahora se respeta los derechos de los palestinos que trabajan en Israel?
R: Por supuesto. Todos los días 130 mil palestinos trabajan en territorio israelí. De ellos, 50 mil trabajan sin permiso oficial. En agricultura, en construcción. Como dije antes, 40 mil trabajan en los asentamientos. Yo sé que la gente está satisfecha que tiene trabajo en Israel. Lo puede confirmar directamente hablando con los obreros cuando salen a trabajar y entran Israel. Se respetan sus derechos sociales.
P: Además de emitir los permisos ¿Israel hace algo para ayudar a los trabajadores palestinos?
R: Ante todo, creo que es bueno que estemos expuestos y conozcamos la tecnología israelí, las innovaciones en distintos campos.
P: Hace poco tuvo lugar la gran feria agrícola anual Agromashov en Tel Aviv y fueron invitados unos 300 agricultores palestinos.
R: Así es. Israel organiza varios eventos así cada varios meses y muy a menudo se invita a palestinos. Nosotros queremos que haya convivencia en paz.
P: Y cuando hay un atentado, se da mucha marcha atrás. Como hace varios meses en la zona industrial Barkan, cuando un palestino mató a dos israelíes con los que trabajaba. Además de las víctimas que perdieron la vida, también otros pierden.
R: Por supuesto. Cuando hay un atentado, miles de obreros están en situación peligrosa.
A MODO DE RESUMEN
P: Para terminar, volvamos a Bahrein. ¿Qué resultado concreto obtuvo de su participación?
R: Hablamos con muchos empresarios del mundo, con proveedores del Golfo, Estados Unidos, Israel, China…cada uno recibió tarjetas de los demás y luego se hacen los contactos más concretos, después de habernos conocido. Fuimos a ver qué podemos ganar. Tenemos que hacer algo por nuestro pueblo.
Por eso conté allí de nuestra red Palestinian Business Network, que abarca varias empresas, cada una de ellas con entre 10 y 150 obreros. Yo personalmente tengo 250 en todos mis negocios, o sea que casi 2 mil personas viven de eso.
P: ¿Cómo resumiría cuál es el deseo de la gente? Es que estimo que no todos lo criticaron porque fue a Bahrein.
R: Claro que no. Había enojo pero lo vemos con expresión democrática. Que cada uno diga lo que quiere. Sabemos lo que el pueblo necesita y todo se va a arreglar.
En cuanto a su pregunta, todos quieren tener trabajo, ganar, vivir en buena situación económica. Eso es lo que busca el pueblo palestino, pero por los enojos políticos, todo se demora. Espero que se solucione bien. Al final, creo que todo se va a arreglar.